Tercer rey de la XXVII Dinastía. Rey persa hijo y sucesor del rey Dario I y de su mujer Atosa hija de Ciro. Reinó desde el año 486/85 hasta el año 465/64 a. de J.C. aproximadamente. Se casó con Amestris, mujer intrigante. Al subir al trono tubo que hacer frente a una rebelión que había en Egipto, para lo cual envió un contingente de tropas. Comenzó a reinar antes de la muerte de su padre. Nombró como gobernador de Egipto a su hermano Aquemenes. Aplastó otra rebelión en Caldea. Emprendió una expedición contra Grecia en el año 480 a. de J.C. después de abrir el canal en el istmo del monte Athos, el saqueo de Beocia, Atica y el paso de las Termópilas, e incendió Atenas. Las tropas persas fueron derrotadas en las batallas de Salamina, Platea y Micale. Aplastó las rebeliones de Babilonia de forma contundente, destruyendo el templo de Marduk demoliendo la torre escalonada y fundiendo la estatua del dios (realizada en oro macizo) en lingotes. Sus últimos años de vida los dedicó a las construcciones, sobre todo en Persépolis (Sala de las cien columnas) y a disfrutar de sus riquezas. Fue asesinado por culpa de las intrigas de su mujer. Fue enterrado en una tumba rupestre, excavada en Naksh-i-Rustan. Su sucesor en el trono persa seria su hijo Darío.