KV17

TUMBA DESTINADA A CONTENER LOS RESTOS DEL FARAON SETHI I - KV 17

HISTORIA

El 17 de octubre de 1817. Giovanni Battista Belzoni y su equipo, descubrieron una roca cortada que al parecer podía ocultar una puerta. El día 18 tras cavar unos tres metros, al mediodía apareció una entrada entre los escombros y la arena protegida por unas rocas de gran tamaño. Tras descubrir un punto débil en el pasadizo y una hora de trabajo, Belzoni pudo penetrar entre el polvo encontrándose un primer tramo de escalera, después de bajarlo se encontró una serie de maravillas nunca vistas, pinturas en el techo y jeroglíficos en bajo relieve. Desde el primer momento Belzoni se dio cuenta de que se trataba de la tumba de alguien importante. En el primer pasillo encontrado vio, escenas pertenecientes a las Letanías de Ra reproducidas en las paredes. Se deslizó entre las imágenes del libro del Amduat, el sagrado texto de ultratumba, la guía y el mapa del otro mundo.



















Otra escalera, más corta pero empinada como la anterior, le condujo a otro pasillo. Por todas partes había frescos y pinturas policromas, muy bien conservadas. Al final del segundo pasillo se encontró con un pozo, también decorado. Al otro lado del pozo existía una pequeña abertura de tan sólo dos pies de ancho por dos y medio de alto. Después de superar el obstáculo penetró en una sala, de veintisiete pies y medio de largo por veinticinco pies y diez pulgadas de ancho, que estaba soportada por cuatro pilares de tres pies cuadrados. Al final de la escalera que arrancaba frente a la entrada cruzó una puerta, penetrando en una cámara sostenida por dos pilares, a la que llego bajando tres escalones. Las paredes estaban cubiertas de magníficos dibujos perfectamente conservados. Esta era la falsa cámara del faraón, trampa que los arquitectos e ingenieros egipcios habían urdido para burlar a los saqueadores, haciéndoles creer que el sepulcro sólo constaba de dos salas. Belzoni regresó a la sala de entrada y a la izquierda de la antecámara vio, una gran escalera, formada por dieciocho escalones y medía trece pies y un tercio de largo y siete y medio de ancho, que conducía a un pasillo. Dicho pasillo desembocaba en un vestíbulo donde empezaba el segundo nivel del hipogeo, adornado con pinturas que eran cada vez más perfectas y que estaban cubiertas con un barniz cuyo brillo producía un bellísimo efecto. Belzoni llamó a esta pequeña pieza “Sala de las bellezas” y a otra sala mayor y más cercana “Sala de los pilares”. A su alrededor se abrían cuatro huecos de distintas dimensiones que Belzoni bautizo como cámara de Isis, cámara de los misterios, sala de los trasteros y sala de Apis o del toro. En el centro de la sala principal en medio de seis pilares de sujeción, encontró un sarcófago, de casi tres metros de largo y más de un metro de ancho. La momia del rey Seti I fue encontrada por Gaston Maspero en 1881 en el escondrijo de Deir el-Bahari.

TESORO

Sarcófago de alabastro de un grosor de cinco centímetros adornado con escenas del libro de las puertas y una serie de textos y formulas mágicas.

RET. VALLE DE LOS REYES