KV34

LA TUMBA DE TUTMOSIS III - KV 34

HISTORIA

El 12 de febrero de 1898, Víctor Loret descubrió la tumba de Tutmosis III, uno de los reyes más poderosos de Egipto. El hecho de que no sea excesivamente conocido en la actualidad se debe a que fue rápidamente eclipsado por los posteriores descubrimientos del Valle de los Reyes. El acceso a la tumba ofrece algunas dificultades; hay que ascender por una escalera metálica e introducirse a continuación en un estrecho pasillo que se interna en la roca después del descenso, se encuentran dos salas, una de techo bajo con las paredes decoradas con figuras de divinidades, y otra más amplia, la llamada cámara de la resurrección. En sus paredes se encuentran textos y escenas del Am-Duat “el Libro de la estancia escondida”, que revela las etapas de la resurrección del sol en los espacios nocturnos y de la transmutación del alma real en el más allá.
En uno de los pilares podemos ver una escena extraordinaria: Una diosa que sale de un árbol, da el pecho a Tutmosis III. El Faraón amamantado para la eternidad, conoce así una regeneración perpetua. El texto jeroglífico nos revela la identidad de esa diosa de inagotable generosidad. Isis.
Esta tumba es uno de los ejemplos más conseguidos de la arquitectura funeraria egipcia. Cuando fue descubierta conservaba buena parte del ajuar funerario. La momia de Tutmosis III había sido trasladadaa finales del Reino Nuevo, al escondrijo de Deir el-Bahari,donde fue hallada por Brugsch en 1881. Después de que Tutmosis III abandonara la tumba, esta fue utilizada como enterramiento de dos individuos privados. Más tarde, durante la Dinastía XXVI, recibió un nuevo inquilino Hapiomen, constructor de la tumba de un alto funcionario menfita, quien al parecer le encargo realizar una copia del sarcófago de cuarcita amarilla. Hapimen aprovechó la ocasión para llevarse los vasos canopos.

TESORO

Sarcófago de cuarcita pintada.
Estatuillas de madera.
Fragmentos de embarcaciones en miniatura.





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