LA TUMBA FUE DESTINADA
A CONTER LOS RESTOS DE LA NODRIZA DE LA REINA HATSHEPSUT
KV 60
Esta tumba pertenece al grupo de tumbas pertenecientes
a personas particulares de la dinastía XVIII.
Esta tumba se encuentra situada en el camino que conduce
a la tumba KV19 perteneciente a Mentuherjepeshef un
personaje de la dinastía XX.
KV60 se encuentra en el suelo en el espacio que da paso
a KV19.
Esta tumba fue mandada construir por la reina Hatsepsut
para enterrar en ella a su nodriza de nombre Sit-Ra fue
descubierta y excavada por el arqueologo Howard Carter
cuando trabajaba como inspector del Alto Egipto en el
año 1903 y posteriormente vuelta a cerrar. En 1906 fue
vuelta abrir por Ayrton para su estudio volviendo a
cerrar la tumba, que sería reencontrada y excavada en
durante 1989-1990. El acceso a KV60 se realiza mediante
una escalera toscamente labrada que tiene una gran
inclinación fue limpiada y arreglada recientemente por
Donald Ryan.
La tumba carece de decoración alguna.
En el interior de la tumba encontraron dos momias una
de las cuales perteneciente a una mujer de entre cuarenta
o cincuenta años que fue extraída en el año 1906 y pertenece
a Sitra ( la nodriza de la reina Hatsepsut ).
En 1989 el arqueólogo Donald Rayan vuelve a la tumba
permitiéndole algún nuevo hallazgo.
La otra momia pertenece a una mujer gruesa de edad avanzada
a la que en la radiografia que se le realizo quedo patente el
gran desgaste de su dentadura, asi como la falta de un molar
y que se identifico como perteneciente a la reina Hatsepsut.
el molar faltante fue hallado dentro de una caja de madera
en el inte3rior de la tumba BD320 (El escondite de Deir el
Bahari) con el nombre en la caja de Hatsepsut
Presentaba su brazo izquierdo doblado sobre el pecho, mientras
el dercho lo tiene extendido, posición típica de la realeza.
Pero también en la tumba, Ryan encontró restos de otros ataúdes que
una vez eliminados los restos que los cubría mostro a la diosa Neftis
y una inscrioción que identificaba la propietaria del ataúd (la
cantante Ty). Tambien se evidencio el empleo de azuelas en los ataúdes
para desprender las laminas de oro que los cubrían.
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