HALLAZGQ DE UNA NECROPOLIS DE 4000 AÑOS DE ANTIGüEDAD

HALLAZGO DE UNA NEROPOLIS DE 4000 AÑOS DE ANTIGüEDAD



Fuente: EFE

Egiptólogos españoles desentierran en Egipto una nécropolis de 4.000 años de antigüedad.
El hallazgo aportará luz sobre el misterio de Heracleópolis Magna, capital egipcia durante una de las épocas menos conocidas de su historia faraónica.
Egiptólogos españoles han desenterrado una necrópolis construida hace unos 4000 años con el fin de desentrañar el misterio de Heracleópolis Magna, capital de Egipto durante una de las épocas menos conocidas de su historia faraónica. Heracleopolis Magna estuvo situada en el centro del país, lo que la convertía en nexo de unión entre el Alto y el Bajo Egipto, y le permitía controlar la ruta de las caravanas hacia los oasis en el sur.
Bajo las arenas del desierto, en la linde que separa el mar de arena del feraz valle del Nilo, la expedición que dirige María del Carmen Pérez Díez, directora de la sección de Egiptología del Museo Arqueológico Nacional suda para descifrar restos de muros de adobe y losetas historiadas que arrojen luz.
"El objetivo de la excavación es intentar descubrir la historia de esta etapa tan oscura con la información que proporcionan los objetos, la epigrafía, la arquitectura de las tumbas y la religión local" dijo Pérez Díez.
La reputada arqueóloga inició esta quimera hace 19 años, y desde entonces viaja cada temporada a la aldea de Ignasya-120 kilómetros al sur de El Cairo-, en busca de la capital de Egipto durante la IX y la X dinastías del Primer Periodo Intermedio de la era faraónica, hace unos 4000 años.
"El trabajo este año ha sido documentar, fotografiar, dibujar y limpiar todas las piezas que hemos descubierto para preparar la publicación de este yacimiento, uno de los más desconocidos pero también más importantes de la historia de Egipto", explicó.
Uno de los valores de Heracleopolis Magna reside en su localización geográfica, en el centro del país, lo que la convertía en nexo de unión entre el Alto y el Bajo Egipto, y le permitía controlar la ruta de las caravanas hacia los oasis en el sur.
Además, entre las dinastías XXII y XXV, Heracleopolis acaparó el interés tanto de los reyes de Tanis en el norte como de los sacerdotes de Amón en el sur, que la convirtieron en el centro de disputas en una era en la que los gobernadores locales detentaban gran poder.
Uno de los mayores misterios que celosamente guarda compete a su "destrucción intencionada". Algunas teorías aseguran que la ciudad pudo ser arrasada por un colosal incendio, mientras que otras se inclinan por una cruenta batalla al final de la época Heracliopolitana, hacia el 2125 antes de Cristo, previa al inicio de Imperio Medio, que convirtió a Tebas en la capital del imperio.
"Por eso encontramos algunas tumbas destruidas y varias piezas rotas, como por ejemplo utensilios de cerámica" explicó la arqueóloga española.
El gran descubrimiento fue el hallazgo, en la misión del año 2001, de la tumba del responsable de los almacenes de la mirra, Uadyet Hetep, cuenta con ilusión Pérez Díez.
"Fue una sorpresa. Su restauración debía hacerse muy despacio porque la tumba estaba abierta y llena de tierra, y dedicamos una campaña entera a su limpieza. Cada vez que descubrimos un personaje nos emocionamos mucho porque hablamos de objetos del año 2.000 antes de Cristo", relata.
En las tres paredes que conserva la tumba aparecen pinturas en rojo y azul que muestran al difunto sentado, una procesión funeraria de sacerdotes, portadores de ofrendas y un inventario de alimentos que Hetep quería llevar.
Según los datos proporcionados por las inscripciones "Hetep tenía otros títulos destacados de nobleza, como el de Amigo Unico del faraón y el portador del sello real". "Desde el punto de vista artístico, las inscripciones de esta época son muy buenos, lo que muestra que los habitantes de la ciudad fueron herederos artísticos del Imperio Antiguo Menfita", en el que se construyeron las obras más significativas del Egipto Antiguo, como las pirámides de Giza, Sakara y Dahshur.
No sólo en la tumba, sino también en el resto del yacimiento, "se hallaron otros nombres de personajes, títulos administrativos, principales cargos de palacios y posibles matrimonios".
"Lo que me interesaría descubrir son las tumbas reales de los reyes heracleopolitanos de la décima dinastía aunque no sabemos si están todavía allí", agregó. La arqueóloga también expresó su deseo de seguir adelante con la investigación "mientras mi cuerpo lo aguante" porque esta excavación "ofrece trabajo para generaciones enteras".
Junto a ella, sudaron este año los arqueólogos Carmen López Roa, y Antonio Gómez; la restauradora, María Antonia Moreno; el documentalista, Raúl Areces; la ceramista Betina Bader; el dibujante, Antonio Guío, y el fotógrafo, Felipe Alcoreba.
Sin desaliento, exprimieron el presupuesto "siempre escaso", dice entre risas, para esta campaña, alrededor de 30.000 euros, ofrecido por el Ministerio de Educación y Cultura española.




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