DESCUBRIMIENTO DE NUEVAS PINTURAS
DESCUBRIMIENTO DE NUEVAS PINTURAS
La tumba de Uadyt-Hetep, «Medidor del Grano de los Almacenes»
y «Predilecto de su Señor», en Hereacleópolis Magna (Egipto), sigue
sorprendiendo al equipo de arqueólogos españoles que la descubrió hace
poco más de un año y que ha sacado a la luz y restaurado en la última
campaña una nueva pared con espectaculares pinturas del 2000 a.C.
Un año después de ser descubierta por un equipo de arqueólogos
españoles encabezado por Carmen Pérez Die, la tumba del
Uadyt-Hetep el mayor hallazgo de la misión ibérica en Heracleópolis
Magna desde 1968 ha sido ya excavada y restaurada. Se trata de un
recinto de tres metros de largo por dos de ancho y uno y medio de
alto, construido en piedra y adobe y situado en el yacimiento de
Ehnasya El Medina, donde se encuentra una necrópolis de las Dinastías
IX y X del primer Periodo Intermedio, cuando estaban al frente de
Egipto el Rey Merikare y la saga de los Jety (I, II y III).
Nuevos títulos
La pared con las primeras pinturas apareció cuando sólo
quedaban tres días para finalizar la campaña de 2000, por lo que el
equipo español ha tenido que esperar a la expedición de 2001, de la
que acaban de volver, para excavar a fondo la tumba. «Ha sido muy
emocionante y estamos muy satisfechos con los resultados asegura a
ABC Carmen Pérez Die, conservadora jefe del Departamento de
Antigüedades Egipcias del Museo Arqueológico Nacional. En la pared
Este, la primera que investigamos, hemos encontrado nuevos títulos y
transcripciones. También hemos puesto al descubierto la pared Sur,
cubierta con escenas fantásticas de porteadores en muy buen estado de
conservación».
El equipo de arqueólogos del que han formado parte Antonio
Guio, Carmen López Roa, Salomé Zurinaga, María Antonia Moreno, Miguel
López, Carlos Álvaro, Felipe Alcoceba y Juan Ramón Borge ha contado
con un presupuesto de 36.000 euros, de los que 30.000 proceden del
Ministerio de Cultura y 6.000 de la empresa Temoinsa. «Gracias a esta
cantidad comenta Pérez Die hemos podido dividirnos en dos grupos de
trabajo, dedicados respectivamente a la excavación y a la
restauración. Así, la tumba de Uadyt-Hetep ha quedado totalmente
restaurada».
En la parte superior de la pared Este se encuentra el menú
funerario, una larga lista de alimentos, dividida en tres registros,
que el difunto se llevaba al Más Allá, y que constituía una despensa
inagotable, pues se renovaba automáticamente gracias a un proceso
ritual y de magia. «Aún no hemos tenido tiempo para descifrarlo
completamente, pero en él aparecen ocas, panes, cerveza, higos,
verduras, aves, cabezas de buey... También hemos encontrado
incripciones que son difíciles de traducir y que tenemos que comparar
con otras listas de ofrendas, aunque creemos que recogen el nombre de
platos específicos», comenta la ex directora del MAN.
Al fondo, y debajo del menú, está Uadyt-Hetep del que se han
encontrado dos nuevos título «Smer Uaty» (Amigo Único) y «Mery Neb Ef»
(Amado de su Señor) sentado en un taburete, con un pañuelo plegado en
una mano y la otra extendida hacia la mesa de ofrendas (en muy mal
estado de conservación), con una esclavina blanca y una barba postiza.
Hacia el difunto se dirigen cinco sacerdotes encargados de
realizar una serie de ritos relacionados con la apertura de la boca
del muerto necesaria para que éste recupere sus funciones vitales en
el otro mundo, ritos de libación y purificación con agua e incienso-
y de la palabra papiros de fórmulas mágicas que hay que repet.
Aparece también otro sacerdote, que mira para atrás y lleva una escoba
en la mano, pues su misión es borrar las huellas de los que vienen
detrás de él para cerrar la tumba.
En la pared Sur, y debajo de un friso de Jekerus con
decoración vegetal, se han puesto al descubierto dos largas hileras de
porteadores de ofrendas. Se trata de una docena de figuras, ricamente
ataviadas y con un impresionante colorido en tonos blancos, ocres y
rojizos. «Es un ejemplo típico de la representación egipcia dice
Pérez Die: hombres de piel oscura pintados de lado y que visten el
faldellín triangular con cinturón. Delante de cada uno de ellos hay
una inscripción que hace alusión a las ofrendas que llevan: legumbres,
panes, peces, carnes, higos... en la hilera superior, transportados en
bandejas que apoyan en el hombro; y en la hilera inferior, pastores
que conducen bueyes al sacrificio».
Herederos de Menfis
«Los constructores de esta tumba se consideraban los herederos
de la tradición de Menfis y por eso copiaban el arte de sus
antepasados. Son unas pinturas de un valor extraordinario, si se tiene
en cuenta que fueron pintadas hace 4.000 años y que han llegado muy
pocas hasta nuestros días. Una vez restauradas, a base de paciencia y
agua, el resultado es francamente magnífico. La tumba, de momento,
está cerrada y cubierta, pero las autoridades egipcias están
estudiando la posibilidad de trasladarla al museo de Beni Suef para su
mejor conservación».
Durante esta expedición, el equipo ha encontrado también
varias estelas de falsa puerta (enteras o fragmentadas) de tumbas de
entre el 2100 y el 2000 a.C. (no se puede precisar más, porque aún no
se ha encontrado ninguna mención al Rey que gobernaba en ese momento).
Los especialistas han tenido también tiempo de restaurar un raro
sarcófago de cerámica del Imperio Nuevo (entre 1400 y 1300 a.C), que
descubrieron en la campaña anterior.
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