LOS COMIENZOS DE LA CIVILIZACION EGIPCIA

LOS COMIENZOS DE LA CIVILIZACION EGIPCIA



PERIODO PREDINASTICO

El período Predinástico Antiguo da comienzo con la cultura badariense en la zona del Egipto Medio, y supone una ruptura con la situación anterior tanto en el Egipto Medio como en el Alto Egipto. A partir de este momento la civilización será objeto de un repentino y rápido desarrollo, lo que ha servido a los arqueólogos para hablar del final de la Prehistoria y el comienzo de la Protohistoria, haciendo hincapié en las nulas conexiones existentes entre los escasos grupos neolíticos seminómadas existentes en la región y la originalidad y dinamismo de la primera civilización predinástica. La cultura Badariense es considerada como un precedente inmediato de la cultura Tasiense, documentada en localidades del Egipto Medio, situadas algo más al norte que la cultura Badariense. La diferencia fundamental entre ambas culturas es que la Tasiense no conoce aún el metal, con lo cual se la ha de considerar una cultura Neolítica, mientras que la Badariense conoce el cobre, no lo funde pero lo trabaja con el martillo, diferencia suficiente para considerarla perteneciente al período Calcolítico. La cultura Tasiense es sucedida por la Badariense siendo esta una simple evolución cultural de la anterior, y con ello justificar el comienzo del período Predinástico Antiguo en el Alto Egipto. La localización en el Egipto Medio de la cultura Badariense es la misma de que la de la cultura Tasiense, si bien se extiende más hacia el sur, diseminando sus tumbas en una franja de unos 30 Km por la orilla oriental del río Nilo. La cultura Badariense abarca desde los últimos años del 5º milenio o primeros del 4º milenio hasta quizás el año 3800 a. C. La cultura Badariense es considerada por algunos arqueólogos como una variante precoz de la civilización de Nagada. Esta civilización parece ser que aparece poco después algo más al sur dando paso a la fase Nagada I o Amraciense ( 3800-3600), en el ámbito de la cultura Badariense. De esta manera queda demostrado la continuidad de las culturas Tasiense, Badariense y Nagada. La civilización de Nagada permanecerá solidamente unida durante los aproximadamente ochocientos años de su existencia a pesar de su desarrollo, lo que nos permite asegurar la cohesión tanto étnica como cultural durante el Período Predinástico.
La cultura del Predinástico Antiguo se caracteriza por una cerámica realizada a mano bellamente decorada, así como por el conocimiento del cobre que es trabajado a mano mediante el martillo. Durante este período el riego de las tierras es un riego natural, es decir el realizado por la inundación de las tierras cuando el río aumentaba su caudal y se desbordaba inundando los campos. Los pueblos y sus necrópolis se encontraban situados en las zonas altas del terreno, por consiguiente lejos de las zonas inundables. La agricultura de la zona del Valle tenía una agricultura más deficiente que la de los habitantes del Delta, debido a la escasez de tierras aptas para el cultivo y la falta de pastos para el pastoreo.
Conocemos poca cosa sobre la religión que practicaban, pero si conocemos algunas de sus emblemas y divinidades por las paletas de piedra para cosméticos pertenecientes a la época de Nagada I que se han encontrado, por ellas conocemos la existencia del culto al dios Min en Coptos o de Hator. De otras divinidades, solo tenemos conocimiento por referencias posteriores. La más importante por su número de habitantes es la ciudad de Ombo patria de Set, que se encuentra documentada en su necrópolis de Nagada que da nombre a esta civilización.
La escasa población en la zona del Egipto Medio, fue probablemente la falta de comunicación entre las poblaciones del Valle y Delta del río y la causa del desigual desarrollo de ambas zonas en la primera mitad del 4º milenio. Mientras en el Alto Egipto la cultura Nagada comenzaba su extraordinario proceso de desarrollo en la zona de la Tebaida, debido a sus extraordinarias posibilidades agrícolas y mineras alcanzando un alto nivel de riqueza, las ciudades del Delta alcanzaban un alto poder de riqueza entre los años 4000 y 3600 debido a la cultura Maadi plenamente metalúrgica, basado tanto a sus relaciones con Asia como al dominio de la técnica.
Los nomos comienzan a agruparse en confederaciones llegando a parecer dos confederaciones una de Oriente y la otra de Occidente del Delta del río. En algún momento dado hubo de existir un reino que ostentara la hegemonía y que su capital estuviera en la ciudad de Sais, dado que la diosa Sait Neit lleva tradicionalmente la corona roja del Bajo Egipto. El titulo de rey del Bajo Egipto “El de la Abeja” es de origen saita. Los dioses locales comienzan a agruparse de manera más o menos artificial, respondiendo a cuestiones políticas tales como alianzas, anexiones etc., de ello nos dan fe los Textos de las Pirámides en los que aparecen dos sistemas teológicos distintos y rivales entre sí: el osiríaco y el solar. Los colegios sacerdotales locales crean diversos sistemas teológicos con el fin de organizar a dioses y mundo. Las cosmogonías más antiguas son la Eneada de Heliopolis y la Ogdoada de Hermópolis, el arraigo de estas cosmogonías se produjo antes de la unificación política.
La existencia de unas condiciones económicas y sociales mínimas en las ciudades del Bajo Egipto pudo hacer posible un intenso trabajo teológico y político.
Heliópolis se convirtió en la principal ciudad religiosa del Egipto Predinástico, tras lograr doblegar a los otros dioses bajo la supremacía de Atum.
La orientación de los cadáveres en la necrópolis de Heliópolis de época maadiense da fe de la temprana existencia del culto solar.
Parece ser probable que en el Delta surgió una monarquía cuyos reyes se debieron considerarse representantes del dios Horus hijo de Osiris. Heliópolis debió llegar a un compromiso integrando a Osiris en la Enéada de Atum. La capital del nuevo reino se establecería en Letópolis o en Behudit del Norte ambas ciudades adoradoras del dios Horus. Es razonable suponer que fueran estos seguidores del dios Horus, en la zona del Delta, los que colonizaran el Alto y Medio Egipto durante el transito del periodo Neolítico al Calcolítico. Esta situación queda reflejada en las listas reales, canon de Turín o Maneton comenzando sus listas con los dioses de la Eneada Heliopolitana antes que los reyes mortales. A este periodo debe remontarse la fiesta de regeneración del rey o fiesta del trentenario y la invención de la escritura



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