Una avenida rodeada de esfinges, con forma de carnero, conducía desde el embarcadero, situado delante del templo, hasta el vestíbulo de la sala hipóstila. En el lado norte de esta vía, el faraón Seti II mandó construir un santuario-estación, Compuesto por tres secciones, como lugar de descanso para las barcas de la tríada tebana. Delante de este recinto fueron colocadas estatuas de tamaño colosal, como portadoras de báculos. Otras estatuas de este mismo tipo fueron colocadas en la estrada de la sala hipóstila. Una vez como mínimo, al comienzo de su reinado, los faraones tenían que encabezar las procesiones de las dos principales fiestas tebanas, después de su presencia personal podían asumir su presencia las estatuas del faraón, este era el motivo por el cual los reyes hacían en su primer año de reinado una visita a Tebas y se hacían construir una estatua con su nombre. El faraón Ramsés III, construyo a comienzos de su reinado su santuario-estación, situado en el lado sur del eje principal de la vía procesional. Este santuario-estación en realidad era un verdadero templo, teniendo su propio pilóno que estaba flaqueado por estatuas del rey en posición de pie. La entrada al templo estaba formada por un patio rodeado de pilares osiríacos y por un vestíbulo. Este templo servía de estación de paso a las tres divinidades, además de cómo lugar de ofrendas durante las procesiones.