El pueblo egipcio se formó por la unión de pueblos nómadas y seminómadas de diferentes tipos raciales africanos y asiáticos que se asentaron en el Valle del río Nilo. La zona del Delta es la llamada Bajo Egipto, mientras que la franja estrecha y cultivable situada entre dos zonas de desierto es la llamada Alto Egipto. Aproximadamente en el año 3100 a. de J.C. se unificaron los diferentes reinos que se habían asentado en estas dos regiones bajo el reinado de los faraones, desarrollándose una de las culturas más interesantes. La historia del antiguo Egipto es una lucha continua por la unión de su gran territorio y la resistencia ante los continuos intentos de invasión por parte de los pueblos vecinos. Existieron épocas de gran esplendor, así como periodos de decadencia, desordenes, disgregación y dominación extranjera. A pesar de todo esto la religión, el arte, la escritura y las instituciones fueron capaces de mantener su propia personalidad. En el periodo antiguo las lluvias eran prácticamente nulas, la agricultura dependía del riego que se efectuaba con las aguas del río Nilo. En un principio los egipcios tan solo aprovechaban la crecida anual del río que corría libre, regando solamente una pequeña parte del Valle. Pero pronto idearían la manera de retener las aguas mediante un sistema de presas, albercas y canales que les permitiría ampliar en gran manera el espacio cultivable. Desde el principio se trató de controlar el río, tarea que precisaba de la colaboración de todos los hombres que se beneficiaban de las aguas. De esta manera se desarrollo el espíritu comunitario y se formaron los nomos o pequeñas provincias. En el año 3100 a. de J.C. esos o provincias estaban agrupados en dos reinos, uno era el Bajo Egipto y el otro el Alto Egipto. El rey Escorpión, rey del Alto Egipto se propuso la conquista del Bajo Egipto procediendo a su inicio pero que sería el rey Narmer el que lo consiguiera definitivamente, iniciándose de esta manera el periodo faraónico y que abarcaría la I y II Dinastías. El imperio antiguo comenzó con la III Dinastía hacia el año 2700 a. de J.C. abarcando hasta la VIII Dinastía. , de la III Dinastía sería el rey Zoser el más importante de sus regentes, realizando una gran centralización del poder. A pesar de esto todos los reyes se atribuyeron el titulo de rey del Alto y Bajo Egipto, su imperio abarcaba desde la primera catarata hasta el mar Mediterráneo. El primer periodo intermedio abarca desde la Dinastía IV a la X, en las que se fracciona Egipto. El imperio medio que se inicia con el rey Mentuotep I que volvería a unificar Egipto y que abarcó las Dinastías XI y XII. El segundo periodo intermedio abarcó las Dinastías de la XIII a la XVII, periodo de revueltas. El Nuevo Imperio comienza con el rey Ahmosis y abarca desde la XVIII Dinastía hasta la XXIV Dinastía. El periodo tardío comienza con el rey Kashta primer rey de la XXV Dinastía, y durará hasta el final de la XXXI Dinastía. Desde sus comienzos las antiguas tribus adoraban a diferentes animales, que posteriormente se representarían con el cuerpo de hombre y cabeza de animal ó bien con figura humana completa pero portando algún objeto que lo identificaba. Cada nomo o provincia tenia su propio dios, al que le titulaban Señor de la Ciudad, Algunos de estos dioses fueron adorados en varias provincias e incluso en todo el país, pero todos adoraron a las divinidades de la naturaleza. El dios residía junto a su esposa e hijo en el templo, formando tríada divina. La tríada más importante fue la formada por Osiris, Isis y Horus. Osiris dios del sol poniente, Isis diosa de la luna y Horus dios del sol naciente. Los egipcios siempre se mostraron interesados por la vida del más allá. Creían que al morir, el hombre se desprendía de él el ba o espíritu que seguía vivo mientras se conservara el cuerpo. Para evitar que se corrompiera se procedía a momificar con cuidado los cadáveres. Después de la muerte el cuerpo emprendía un dificilísimo viaje hacia la vida futura. Junto a la momia se enterraban alimentos y objetos para la vida del difunto en el más allá. En el arte se refleja la preocupación por la otra vida, así como su culto a los dioses representado entre los vivos por el faraón. Los monumentos que representan el antiguo Egipto son los templos y las tumbas.